Tuesday, December 19, 2006

"I used to be normal, but it drove me crazy!"

He robado sin remordimiento alguno para mi título la frase que veis. Entre todos los temas que estaba barajando para escribir, he elegido uno sobre el que (creo) tengo bastante que decir: lo "normal", la "normalidad", y sus efectos.

Normal. Normal, normal....¿Normal? ¡Normal! Repitámoslo una y otra vez. Cuanto más lo oigo, peor me suena. Aunque cambie la entonación o la situación en que se dice, yo siempre intento utilizar otra palabra. Y, ¿por qué, se preguntan algunos, esa obsesión mía acerca de esa palabra? Porque en nuestra sociedad ya casi laica, desprovista de mitos y supersticiones, es uno de los últimos dogmas. El, por decirlo así, último Dios al que la mayoría adora.

Y mi pregunta es, ¿qué ha ocurrido? ¿Qué ha podido suceder para que toda una generación de ciudadanos más o menos libres, seguros, abastecidos como nosotros se haya arrodillado ante un Dios en pleno siglo XXI?

Para responder a esa pregunta, comencemos con lo básico: lo que entendemos por "normal" es en realidad lo "convencional". Lo convencional, es esa ley no escrita que la mayoría (énfasis en "la mayoría") acepta por bueno. Pero esa mayoría, como buen rebaño que es, no siempre pasta en el mismo sitio y va variando, conducida dócilmente de un sitio a otro por los "pastores" que son las modas, los miedos, las ideologías, las religiones....Todo ello lleva a que lo que la mayoría toma HOY por bueno puede ser desdeñado al día siguiente.

Pero, ¿de dónde vienen esas modas? Tomemos un ejemplo para entendernos: fumar. Hace un par de décadas fumar representaba el símbolo del éxito social, de la madurez, y daba una imagen de fortaleza, rebeldía. ¿De dónde vino eso? Algunos dirán que obviamente, la culpa la tenía la publicidad, fomentando esa imagen. Pero si la publicidad tendía a mostrar a los fumadores como triunfadores, era porque sabía que esa imagen tendría éxito entre nosotros. Es la típica situación del huevo y la gallina...¿quién empezó antes, los consumidores (nosotros) a seguir lo que la publicidad marcaba, o la publicidad en cambio actuaba siguiendo nuestros gustos?

La respuesta, como suele suceder, es que ambas cosas son ciertas. ¿Nos lava el cerebro la publicidad, las modas, para que tengamos una imagen de "normal"? Cierto. ¿Nosotros aceptamos ese lavado de cerebro, y conseguimos así que la publicidad vea que su estrategia tiene éxito (Y siga haciéndolo)? También. Estupendo, pues ya tenemos culpables. Pero, observemos que en ir a la iglesia cada domingo en un pueblo cerrado, gastar innecesariamente en cosas porque son de una determinada marca, hablar usando un tipo de palabras concreto, en todo eso hay algo en común: nuestra obsesión por parecer "normales" a ojos de los demás.

Esta es una cosa muy graciosa, aunque bien pensada, dan más bien ganas de llorar. Normales a ojos de los demás. Pero, ¿acaso los demás no tienen también sus rarezas, y tampoco son "normales"? ¿Por qué debemos de fingir ser algo delante de gente que tampoco lo es? La triste respuesta es: porque ellos PRETENDEN que lo son. Es muy estúpido, si lo pensáis. Todos pretendemos ser normales, cuando en realidad nadie lo es. Pretendemos ser algo que no existe, y lo que es peor, todos sabemos que no existe, y aún a sabiendas nos ponemos la máscara. Pero en muchas ocasiones, ¿acaso tenemos otra opción?

Y aquí entramos de lleno en otro aspecto de la gran mentira de "lo normal". De acuerdo, no existe lo normal, no existe esa persona a la que todos queremos parecernos. Pero a pesar de no existir como tal, sus carácteristicas, eso sí que existe. Para ser más claros: no existe "la persona normal", pero sí que existe "lo que haría alguien normal", "lo que le gusta a alguien normal" "lo que se pondría alguien normal", eso existe y todos lo sabemos....totalmente ridículo...¡Pero tiene que tener un origen! Todo eso no puede haber salido de la nada.

Y no es de la nada de donde ha salido. Partimos de algo que ya hemos dicho: a los seres humanos nos gusta escondernos. Pasar por la vida con modestia, con recato, con silencio, que no se nos note. Que alguien pueda analizar nuestra vida, hábitos y rutina y pueda decir "no hay nada fuera de lo normal". Buenos ciudadanos. Por ese deseo de no salirnos de la raya, nos contenemos muchas veces y ahogamos nuestros propios sueños e ilusiones para que no nos señalen. Y al hacerlo, quizás sin darnos cuenta, estamos cometiendo una enorme estupidez. ¿Qué queremos? ¿Pasar la vida sobre puntillas? ¿Reprimiéndonos para que al de al lado no se le tuerza el gesto?

Admitámoslo, nos asustan las multitudes con mirada inquisidora. Y es comprensible, porque por separado, si analizamos a cada una de las personas que componen esa multitud, no son más que humanos como nosotros, y ninguna de ellas normal, todas ellas pretendiéndolo, y ocultándose. Pero cuando se juntan todas, y canalizan todas sus voluntades hacia lo mismo, hacia un "acto de normalidad" (celebrar una fiesta, reunión, misas, ir de compras, etc) cualquiera se pone gallito y se sale de la fila. Porque todas, sin excepción, las miradas se clavarían en nosotros. Y eso duele. Y eso hace que traguemos saliva, nos traguemos nuestras palabras también y pensemos "bueno, ir en dirección de la corriente dolerá menos".

Y entonces descubrimos la maravilla de "ser normales". Cómo mola de vez en cuando hacer como que uno es uno más, que uno se ha uniformizado con la mayoría, y suprimir hasta el más pequeño rincón de nuestra voluntad por unas horas...La sensación, que yo he sentido a veces, nos vuelve ebrios de sociedad, es casi una droga de diseño. ¡Fantástico, estamos haciendo exactamente lo que todo el mundo hace! ¡Si alguien nos viera, estaría orgulloso de nosotros! Lo que viene a ser, lo mucho que nos gusta convertirnos en borregos a cambio de una palmadita en el hombro que nos diga "Bien hecho, eres uno más".

Lo más curioso del asunto es que, este aborregamiento de la sociedad bajo la palabra NORMAL estaba antes justificado cuando había más incultura, una mayor religiosidad, un mayor sentimiento de unión. Pero ahora, a los ciudadanos occidentales nos ha dado por proclamar que somos todos diferentes, únicos y libres. ¡Y vaya fiesta que hemos montado! Y vaya ridículo que hemos hecho. Es que después de todo, si a cualquier persona le preguntas, (y me incluyo) le faltará tiempo para responder que él "no se deja llevar por mayorías" que él es "único y especial". Y en realidad, más que "viva la diversidad!" en esa fiesta de la que hablábamos tendríamos que haber colgado el cartel "¡Antes nos reuníamos en iglesias, y ahora en centros comerciales!" Porque no hemos hecho más que eso: retirar las biblias, las supersticiones, y introducir en nuestra vida las modas, los lápices de labios, los peinados, los vaqueros, las discotecas....Pero en resumen seguimos haciendo lo mismo: ponernos una máscara que diga normal. Y así dormimos tranquilos cada día pensando que hemos sido capaces de mantener la farsa un día más.

Aclaro, para ya acabar, que estoy exagerando dado que hay mucha gente que no se deja llevar tanto, y en general se podría decir que mucha gente ha preservado una parte de sí mismos, e incluso gente que intenta ser sí misma en cada acto. Soy consciente de eso. Sólo pretendía desnudar el concepto de "normal", (al que, como habéis visto, odio), quitarle toda importancia, y dejarle arrinconado, temblando, en un rincón, porque me gustaría que la gente entendiera que es un concepto vacío, sin valor, y muy peligroso. Que al seguir sus notas, nos perdemos a nosotros mismos, y todo por algo que no existe.

Yaer

3 Comments:

Anonymous Anonymous said...

muy bueno jose...
todos tenemos un rinconcito de anormalidad... muy pequeño en algunas personas, y mucho más grande en otras...
y "lo anormal es un amante que baila junto a mi"
un aplauso
plas plas!
MARINA

8:15 PM  
Anonymous Anonymous said...

nadie es normal hasta que se demuestre lo contrario.

11:15 AM  
Blogger XAdRiX said...

Me ha gustado mucho niño, pero tengo un problema me baila muchisimo el blanco sobre negro, deberias poner la letra en negrita, por cuestiones de legibilidad... por lo menos pa mi... y asi podria darme el gustazo de leerlo todo de una vez...
el resto de entradas me las leo de otro golpe...

Bicos!!

10:42 PM  

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