Wednesday, January 17, 2007

De la muerte de inocentes.

Estamos en un momento histórico, o eso dicen. Otros lo llaman decisivo. Me es indiferente el término que utilicemos, el caso es que estos días España ha pasado por unos días muy señalados, y si esto hubiera sido un examen, mucho me temo que habríamos obtenido un cero como una casa.

Llevamos meses engañados con un pretendido proceso de paz, que no era sino lo de siempre: ETA agitando la bandera blanca de "vamos a dialogar" mientras la otra mitad de la organización se deslizaba a nuestras espaldas y se rearmaba, esperando simplemente el momento propicio. Y ahora, este desenlace, no sólo por esos dos muertos que tanto parecen olvidar unos y otros, sino por las reacciones de ambas partes, no por esperado es menos desastroso.

Lo que más me asquea de todo esto es esa sonrisa autocomplaciente que exhiben algunos que en su momento rechazaron el proceso de paz. Esa sonrisa que, sin lugar a dudas, transmite la idea de: "Ahora nos tenéis que dar la razón!". Pues a esperar sentados, que ahora no es el momento de dar la razón a nadie. Los únicos capaces de preocuparse por salirse con la suya cuando hay muertos por el medio son los infantiles, los idiotas, y los indiferentes ante muertes ajenas. Por lo que veo, hay algunos con ganas de meterse en una categoría de las anteriores, o en varias.

La situación rozaría el ridículo si no fuera porque estos personajillos que estamos analizando son (o han sido, o serán) nuestros gobernantes. Ridículo, sí. De hecho me imagino a los etarras con sus máscaras modelo Ku Klux Klan desternillándose de la risa ante todo esto...Sí es que les ha salido la jugada redonda: ellos ponen su petardete, se esconden entre unos arbustos, se tapan los oídos con expresión expectante y "Pum!" Cristales rotos, hormigón destrozado, varios pisos de parking, coches incluidos, hechos trizas! Cómo mola! Qué malotes somos! Esto no lo hacen ni en el Counter Strike! Oops, le dice el uno al otro, que dicen que nos hemos cargado a dos. Aah, pues se siente! No era nuestra intención! Haber desalojado el aeropuerto, la culpa no es nuestra. Ah, que no lo sabíais? Es que resulta que ahora existen bombas que no tienen la intención de matar. No haberse cruzado por el camino.

Pero espera, le dice el primero al segundo, aún desde su escondite. Que aún queda lo mejor. Los dos se callan, a la espera de las reacciones por su bromita navideña. Y asisten (como hemos asistido los que hemos tenido la mala idea de encender la tele), a interminables debates, cuyo objetivo no parece ser ellos mismos, que ahí siguen, viéndolo todo y riéndose, sino sacarse los ojos los unos a los otros. Los etarras (como los demás) se preguntan cómo pueden estar esos políticos tan ciegos, pero pragmáticos como son, no se cuestionan su buena suerte y discretamente salen por la puerta de atrás, no sin antes echar un último orgulloso vistazo a los efectos de su petardete. "Además", le dice uno a otro justo antes de salir, "después de todo son sólo ecuatorianos".

Esta actitud no debe sorprendernos, porque es bien sabida la concepción que algunos nacionalistas vascos (y recalco, algunos) y muchos etarras tienen, de que en este mundo hay dos tipos de personas: los vascos y los no vascos. Y los segundos quedan, evidentemente, por debajo de los primeros. Así que ese comentario queda perfectamente enmarcado en esa estúpida ideología que tienen, y no debería sorprender por ello.

Pero, vamos a ver cómo se ven las cosas desde el otro lado. Me pregunto qué coño desayunan los dirigentes de la AVT para despertarse con dos muertos por bomba y ponerse a pensar en pancartas. Porque claro, a dónde va a parar, cómo vamos a olvidar nuestras diferencias por un día? Es terrible la ironía. La Asociación de Víctimas del Terrorismo, es decir, la institución formada para acoger, ayudar, y apoyar a aquellos que ETA ha marcado, es esa misma institución la que les ha cerrado la puerta en las narices porque no están "de acuerdo con la pancarta". Pero a quién le importa el lema de una manifestación, mientras vayáis allí y abracéis a esas familias que han perdido a sus hijos por culpa de un conflicto que ni siquiera implica a su país. Tanta ceguera...Pero no creáis que cuela eso del lema de la protesta, que en vuestra reacción hay mucho ya conocido, y esto huele a un caso de "ah, pero si son ecuatorianos". Y sí, suena muy parecido a lo que se dice desde enfrente. En fin, si ambos bandos supieran que tienen tantos prejuicios en común, seguro que se llevarían mejor.

No nos engañemos. Los etarras son simplemente asesinos. Dotar a su "lucha" de un carácter político o glorioso, llamar a lo que hacen "lucha" siquiera, es estar sacando las cosas de quicio. No son guerreros, ni luchadores, o ¿acaso sus bombas se responden con más bombas? Y dudo que sus bombas respondan a ninguna idea, pero en el caso de que lo hicieran, ¿desde cuándo las ideas merecen vidas humanas? No, no son gloriosos, ni están luchando por nada, ni por nadie...son jóvenes sin oficio ni beneficio, unos vagos redomados con el cerebro lavado que reciben el sueldo por jugar a ser la mano que aprieta el gatillo, por jugar a ser el dios que decide quién vive y quién muere.

Y aunque nosotros no contestemos a sus bombas con más bombas, eso no quiere decir que lo nuestro tenga menos delito: cómo podemos, después de tantos años, seguir divididos ante esto. Porque por un lado, los etarras deciden que sus ideas merecen vidas humanas, y en consecuencia ponen bombas y matan. Pero desde el otro lado, la AVT decide que les da igual que hayan muerto dos ecuatorianos y todo para no contradecir al partido político que se ha convertido en su defensor y aliado. Y en consecuencia, están anteponiendo el valor de sus ideas al de las vidas de los ecuatorianos muertos. ¡Siendo víctimas ellos mismos! Para no creérselo.

Desde mi punto de vista, gran parte del problema vasco ha consistido siempre en no llamar a las cosas por su nombre. A los asesinatos, asesinatos, y nada de lucha política. A los partidos políticos, partidos políticos, y nada de asociaciones de víctimas del terrorismo que desmienten su neutralidad aliándose con unos u otros. A la cerrazón de mente, cerrazón de mente, y nada de principios morales. He oído una y otra vez que algunos no quisieron asistir a la manifestación porque "sus principios no se lo permitían". Vaya. Ejemplo de rectitud y honradez moral que estáis hechos. ¿Qué principios, me pregunto yo, puede tener uno que le justifiquen no expresar su apoyo a una familia que ha perdido miembros porque "mis ideas no lo permiten"? Sé que los partidos políticos no buscan nada más que perpetuarse en el poder, y arrebatarlo de cualquier forma cuando no lo tienen, pero, ¿podría la clase política, tanto de un lado como del otro, disimular al menos que es eso lo que les mueve?

Y el tema de fondo sigue siendo el mismo que otras veces. Cómo el ser humano, en su estupidez, añade o quita peso a las muertes, las llena de eufemismos, las justifica con ideas, no las condena por "principios"...olvidando que una muerte siempre será eso, siempre dolerá lo mismo, y siempre habrá una madre rompiendo a sollozar, un padre llorando silenciosamente, y por encima de todo, un hueco doloroso donde antes hubo una persona, un terrible silencio donde antes hubo voz, risa, llanto, recuerdos donde antes habia emociones...Y una huella que nos marca al rojo vivo para el resto de nuestras vidas...Por eso yo nunca entenderé que alguien pueda anteponer sus ideas a la vida de otra persona. Tampoco entenderé que tengamos que esperar a que las bombas estallen en nuestra puerta para concienciarnos de lo que supone asesinar a alguien.

Unidos...Hace ya demasiado que nadie parece comprender que esa es la única solución.

Thursday, January 11, 2007

Update

Lo cierto es que entre tanta reflexión filosófica, prosa en verso y verso en prosa, se me está olvidando otra de las funciones del blog (sinceramente, la más normal) que es poneros al día de mis novedades....

Pero como me conocéis (o me vais conociendo) sabéis que incluso para hablar de mis novedades soy incapaz de no reflexionar un poco sobre mí mismo, un papel o pantalla en blanco supone para mí toda una tentación de llenarla de pensamientos y cosas sin sentido. (si darle al comecoco fuera disciplina olímpica, habría subido al podium unas cuntas veces)

Miro atrás...y me parece increíble que no hayan pasado más que 5 escasos meses desde que empezó mi nueva vida. Me advirtieron, y no pocas veces, del giro radical que pegaría todo a los 18. Fui consciente desde años atrás de que esta etapa no sería fácil...que todo se volvería más intenso...las desgracias, más terribles, pero las alegrías, mucho más duraderas...Y así he descubierto que no sólo sigo siendo el mismo sentimental de siempre, sino que ese sentimentalismo se ha acentuado poco a poco abrumándome en ocasiones...Solía ser muy indiferente hacia lo ajeno e incluso hacia ciertas cosas mías, pero eso ha cambiado...Me sorprendo a mí mismo paralizado de la emoción al escuchar una melodía, hechizado por completo al ver un paisaje, estremecido ante la desgracia ajena...Nunca me había costado tanto soportar a los prejuicios, tolerar las injusticias, callarme ante las estupideces...

Me miro al espejo y me veo ligeramente más alto, con la mandíbula un poco más ancha, con una mirada distinta, más serio pero a mi manera, mucho más contento. Mis ojos brillan bastante más y son aún más curiosos que antes...Experimento una especie de voracidad infinita hacia este mundo: cuanto más conozco de él, más quiero conocer. Ahora ya no siento ese optimismo descerebrado que me acompañaba al terminar 2º de Bach, ese sentimiento de que nada podía salir mal, que me ha llevado a estar desprevenido en varias ocasiones...

He conocido un poco más de cerca esa crudeza del mundo que permanece oculta excepto a los ojos del que busca algo más allá. La he conocido pero eso, por alguna extraña razón, no me ha debilitado o disuadido de mis intenciones, sino que he salido reforzado. Y sin embargo he conocido algo todavía peor que esa crudeza: la ceguera intencionada de muchos de nosotros. Eso ha sido sin duda un desengaño mucho mayor, pero necesario por otro lado para aceptar a este mundo por lo que es. Ahora mi mirada es quizás más calculadora, porque he conocido demasiadas dobles intenciones como para no sospechar, pero sigo conservando el brillo del que se sabe feliz, a su manera.

Me he propuesto un objetivo sin darme cuenta, y en estos meses lo he perseguido con bastante persistencia: comprender. No quiero cegueras que me libren de ver lo que odio ver, quiero verlo todo, lo bueno y lo malo, quiero conocer un punto de vista, y el de enfrente, no quiero disfrazarme de nada ni de nadie, a pesar de que es fácil caer en esa tentación, no me quiero esconder detrás de marcas, de ideologías prefabricadas, de religiones, de modos de pensar...Cada vez me vuelvo más revoltoso cuando percibo una intrusión ajena, cuando me doy cuenta de que inconscientemente estoy actuando guiado por la mayoría, o cuando alguien me justifica algo porque es "lo que la mayoría hace" siento como si me pincharan en un costado...Sencillamente, quiero tener los ojos abiertos, mirar a las cosas de frente, y que entre todo. Y una vez dentro, yo ya elegiré a qué llamo "mío", con qué simpatizo, y qué detesto. Pero no hacerme juicios previos.

Dicho así, a oídos de alguno podría parecer que quiero convertirme en una persona fría que se guía únicamente por la razón, que contempla pero que nunca da un paso adelante y toma partido. Pues no, no es así como vivo, ni como quiero vivir. Sé que hay quien se siente a gusto en esa posición de espectador, pero yo no. Soy consciente de que las decisiones más impetuosas de mi vida han llevado a veces a los mayores desastres, pero sé que en ellas hay mucho de mí, y que si a veces no me arriesgara y diera un salto hacia el vacío, no sería yo mismo. Antes de sufrir verdaderamente como lo he hecho este año, me era muy fácil hablar de "arriesgarme" y "lanzarme" porque no había vivido aún las consecuencias nefastas que tiene eso a veces. Y sin embargo ahora sí que cuento con eso a mis espaldas. Y eso sigue sin disuadirme: hay que arriesgarse.

En nuestras vidas hay una rutina común, muchos días monótonos en los que repetimos un patrón, que hacen que nuestra vida se parezca peligrosamente a la de cualquiera. Son esos momentos en los que, sin saber por qué, el instinto nos grita al oído que debemos hacer algo, son esos momentos brillantes y fugaces, esas decisiones difíciles y que chocan, las que marcan la diferencia con el resto de personas. Las que nos hacen ser como somos y las que hacen que el resto merezca la pena. Y aquellos que no sólo no se arriesgan jamás, sino que increpan a los demás por hacerlo llamándoles idealistas o inconscientes, saben muy bien si miran hacia su interior que están proyectando en los demás fracasos propios. En esta línea, he de decir que conociendo a alguien últimamente, he notado que dentro de poco esta historia me exigirá dar uno de esos saltos. Y al mirar hacia dentro, me he dado cuenta feliz de que estoy preparado para darlo.

No soy partidario de caminos ya marcados por otras personas, aborrezco a los que, responsables de vidas de otros, padres, educadores, religiosos, políticos, trazan un camino y obligan más o menos sutilmente a otros a seguirlo. Tomar tu propio camino siempre será mucho más difícil, porque en el momento que surja una desviación no tendrás ninguna señal externa que te guíe, tendrás que detenerte y pensar. Pero con el tiempo uno nota que a falta de principios, normas, leyes externas, uno está creando las suyas propias, a base de una mezcla de intuición y razonamiento. Y eso es lo que yo estoy intentando...consciente de que esta tarea va para largo, pero consciente de que alcance lo que alcance, siempre será más valioso que si me hubiera dejado en manos de otros.

En resumidas cuentas...y hé aquí la máxima principal para mí: aceptar lo que no puedo cambiar, cambiar lo que no puedo aceptar!

Un abrazo!

Monday, January 08, 2007

Dlia vas druziei =)

Advertencia: Este post se lo habia prometido a unos amigos, y además tengo examen de ruso el viernes así que toca practicar algo por escrito ;) Si no entendéis nada no os aflijáis, que le pasa a mucha gente! :P

Privet vsem! Vot, uvidite kak i sluchilos' to, chto vy mne prosili! ;) Spasibo za popytku prochitat' chto ya vyrazhayu na ispanskom na etom sajte, ja priznayu, chto eto gorazdo slozhno dlia vas, (Ya prikazayus', chto inogda-to budu perevodit vse eto na russkom!) Ja ne razgovarival s nekotorymi iz vas za doooolgoye vremya, ja v pol'noy bessmyslenosti o vashih zhiznyah. Ja predpolagayus', chto vsio izmenilos' namnogo....Odna, kotorya probuyet svyazit' so mnoy bol'she ili men'she chasto, eto Varya, i ya v znakomstve ee zhizni bol'she, chem ya by predskazal...;)

U menya sessiya ekzamenov nachinaetsia v 10 Yanvarya i zakonchivaetsia v...(hmmm) 25 yanvarya po menshej mere. Ya sovsem zanyat (I pomnite, kogda odnazhdy, ja skazal "ja nikogda nie budu zanyat k druz'yam!") nu chrez poslednyh mesyatsev ya zabyl o vseh, zakliuchiaya vy i voobsche ostalnye inostrantsy. Dazhe moi ispanskie druz'ya chuvstvovali, kak ya perestal otvechat na zvony, email, i tak dalee...

No krome ekzamenov, vsio ne tverzhdaetsia tak mnogo....V realnosti, seichas ya kazhus' upravliayuschim moei zhizni. U menya uzhe niet mrachnyh chuvstv, ili strannyh smyslei..vsio v poriadke...=) Spasibo za vse vashi slova, za vsya vasha pomosh'....Blagodaryu za eto, poetomu ya uhodil iz uzhasnovo polozheniya v kotorom ya nahodilsia neskolko mesyatsev nazad.

Spasibo vnov', i vsevo horoshevo, oba v zhizni! Liubliu vas moih malenkih russkih druzhishev =)

Yaer

Friday, January 05, 2007

Vida...

Vida....

Vida que te deslizas y te me escapas...escurridiza, resbaladiza, cobarde vida...rozarte con mis dedos puedo pero no así asirte ni mucho menos conservarte...y de nuevo veo cómo te alejas de mí, juguetona, sonriente, esquiva...Sí, vida...perseguirte me lleva a pensar, dolido, que en realidad estás jugando conmigo, que sabes que jamás podré sentir que te vivo, que en este juego al que me incitas se me irá todo, el tiempo, los días, lo mío...

Y de nuevo te alejas, y de nuevo me miras, y de nuevo me susurras que si de verdad te anhelo atraparte podría...otra vez tus promesas me tientan, otra vez te entreveo escondida, otra vez has conseguido que el alma se me encienda...Pero una vez más el pecho me da un vuelco y entrecortado, me detengo...tengo frío, tengo sueño, tengo miedo...

Miedo...Miedo a buscarte y a no encontrarte, miedo a mirarte y no verte, miedo a acariciarte y no sentirte, a encontrarte pero no reconocerte, miedo al contigo, miedo al sin tí, miedo a mí, miedo a tí, miedo a esta vida de perseguirte pero aún mucho más miedo a quedarme quieto, y de vista perderte...miedo a la vida misma...

Y sin embargo, no todo es miedo! Miro al cielo, y sin darme cuenta te veo, despego, abro los brazos, vuelo...me conduce la ilusión, me conducen los vientos, me conduce saber que soy, saber que siento, saber que con canciones puedo romper el silencio, y ser alegría, no ser lamento...

Esperanza....ardes en mi pecho como el fuego eterno, entre jirones de niebla y confusión sé que te tengo, que te albergo, que en mi vuelo contigo ahuyentar a los fantasmas puedo, sentirme yo, sentirme pleno, sentir que a tu lado puedo deslizarme con el paso del tiempo y no pagar tan alto precio...

Nacemos perdidos, vivimos para ser encontrados, seguimos un camino que se nos antoja marcado, nos revolvemos, nos resistimos, seguimos perdidos pero clemencia no pedimos, nos extraviamos entre sendas de incertidumbre, rozamos el cielo por instantes...fugaces, intensos, brillantes...así somos, así vivimos.

Vivimos? Podríamos y sin embargo desistimos...Tenemos frío, tenemos miedo, y nos rendimos...Nos creemos sentenciados, nos creemos sin remedio, nos creemos personajes cuyo destino ya ha sido prefijado...Y nos cedemos, nos cedemos a nosotros mismos, nos vendemos gratis y así creemos que sobrevivimos...pero no lo hacemos...Encorvados, afligidos, cogemos nuestra maleta, y emprendemos el camino...

Náufragos, refugiados, fugitivos...La vida boquiabierta nos persigue, nos recuerda, que no todo está perdido, que podemos escoger la senda que nos lleva a ella, que hay un cielo sobre nuestras cabezas, una luz, un destino...Nos negamos, a la ceguera huimos, somos humanos, estamos perdidos, queremos salidas pero no acertijos...

Tememos, y nos tememos porque tememos, y por temer todo esto no miramos hacia el frente, sino que nuestra vista fija está en el suelo...no aceptamos, no enfrentamos, no comprendemos...no aceptamos una vida que es nuestra a pesar de todos sus juegos, una vida cuya estela podemos acariciar y permanecer, eternos, en el firmamento...

Vida...



Todo esto, sea lo que sea, signifique lo que signifique, va dedicado a una persona que hace poco se ha ganado mi amistad y mi confianza..una persona que acepta, que teme, pero que vive.
Besotes a todos, Yaer =)

Tuesday, January 02, 2007

Del futuro, del pasado, del presente. Del indiferente pasar del tiempo.

De entre todas las palabras que forman un idioma pocas albergan tanta complejidad, metáforas y matices como el tiempo. Del tiempo, de sus desastres se ha escrito mucho. Porque es un eje que, más que estructurar u ordenar nuestras vidas, las atraviesa trastocándolas, hiriéndolas...

El tiempo tiene esa condición que pocas cosas tienen: es absoluto. Es una gigantesca y pesada maquinaria que funcionaba antes de que apareciéramos nosotros y que seguirá haciéndolo pese a quien le pese. A modo de un gran y silencioso centinela, el tiempo nos contempla al nacer, nos sigue en nuestras vidas y sin que le tiemble el pulso prosigue con indiferencia cuando nos vamos de este mundo. Con él no valen estúpidas súplicas o lloriqueos: el tiempo no va a perdonarnos ni tampoco va a suavizar su constante y doloroso marchar.

La conciencia de todo esto supone uno de los ataques más duros que sufre nuestra inocencia, una verdad sin retorno: una vez que, a una determinada edad, despertamos del sueño infantil para adquirir la conciencia de nuestra temporalidad, ya no hay marcha atrás.

Con respecto al tiempo, los seres humanos hemos aprendido a medirlo, a reflejarlo por escrito, a embotellarlo en dorados relojes de muñeca, pero nos queda aún la lección más importante: aprender a entenderlo, aceptarlo y convivir con él. Y es que tenemos una actitud bastante infantil hacia el tiempo: conscientes de que está acechándonos, impasible, hacemos como que no existe y aprovechamos para divertirnos desenfrenadamente. Esta primera parte sería aceptable si incluyera que, después de pasarlo bien, aceptáramos que el tiempo se cobra su precio. Es muy infantil nuestra actitud, como he dicho: algo así como una fiesta en la que nos lo pasamos genial pero de la que huimos para no recoger los platos sucios, los vasos rotos, etc. Y es infantil por la sencilla razón de que, tarde o temprano, el tiempo avanzará inexorablemente y tendremos que dar cuenta de lo que hemos hecho.

Pasado. El pasado nos aterra, fascina, y obsesiona a partes iguales. El ser humano nunca ha tenido una relación fácil con ese silencioso pedazo de tiempo que se halla a nuestras espaldas. Y todo depende de lo que en él ocurriera: en ocasiones, cuando se nos hace doloroso aceptar el pasado, intentamos huir de él. Fugitivos. El pasado se entiende así como una cicatriz que sangra si no partimos lejos de donde ocurrió lo que nos hizo daño. Los seres humanos han dividido el pasado en etapas y se han lanzado a su estudio. Y de nuevo, hemos sido capaces de asimilar, absorber acontecimientos, fechas, batallas, reinos...Y la pregunta es, ¿hemos sido capaces de aprender de nuestro pasado? No conozco demasiado bien la situación política en otros países, pero en lo que concierne a España, tenemos una relación terrible con el pasado más reciente, del que no parecemos aprender nada.

No me suele gustar añadir a mis argumentos ejemplos precisos de algo, pero esta vez me saltaré esa norma. Seguramente habréis oído hablar del “Proyecto de Memoria Histórica”, y de la reacción que ha suscitado en un partido cuyo nombre no mencionaré por no ser necesario. Los portavoces de dicha formación han justificado su rechazo a este proyecto, (cuyas iniciativas han bloqueado una y otra vez) con el argumento de que remover viejas tumbas, ponerse a recordar viejas disputas no sirve de nada más que discutir por discutir. Y lo dicen con esa sonrisa torcida que suele acompañar a sus declaraciones, una sonrisa de “a ver si cuela”. Pues no, no cuela. Como si fuéramos idiotas. En este caso, hay que ser astutos y darse cuenta de que para esa formación política, ese “pasado” del que no quieren ni oír hablar es el presente.

Y ¿qué hay del futuro? Con el futuro el ser humano tiene una relación muy confusa, que en muchos casos es de total indiferencia. El futuro se abre ante nosotros como un día con niebla: podemos ver que hay algo, podemos incluso vislumbrar un sol lejano, pero hay tanta bruma que a ver quién es el valiente que se aventura. La gente con bastantes problemas, poca paciencia o (en algunos casos) pocas luces suele desdeñar el futuro. Para qué estrujarse los sesos, atormentarse innecesariamente una mente ya llena de complejidad con algo que ni siquiera ha sucedido. El lenguaje del futuro es un idioma de conjeturas, de símbolos, de trampas. La adivinación o predicción del futuro implica que nos creemos capaces de internarnos entre la niebla y verlo todo, cuando no podemos. Pero, como suele suceder con nosotros, es precisamente esa niebla, ese misterio, lo que nos fascina tanto del futuro. Hacer predicciones exageradas es gratis, y en eso el ser humano siempre se lo ha pasado bien: quién no recuerda esas películas de ciencia ficción rodadas hará 40 años situadas en el año 2000 en las que vivíamos en la luna, en aeronaves, con robots por todas partes...etc, y bien entrado el tercer milenio es patente que esas películas estaban equivocadas.

Y sin embargo, no siempre estamos solos a la hora de orientarnos entre la niebla que supone nuestro propio futuro. Nos acompaña algo de lo que ya hemos hablado: el pasado. Y es que ciertos acontecimientos del pasado tienden a seguir un patrón y repetirse en el futuro. Por eso gran parte de la prudencia consiste en no olvidar tan fácilmente tanto nuestro propio pasado como el del resto de personas. Porque hacer eso nos llevaría a cometer el mismo error dos veces. Y equivocarse gratis, además de estúpido, suele salir bastante caro. Sin embargo esto no debe ser llevado al extremo, esto es, a que seamos esclavos de nuestro pasado. Los desenlaces pueden cambiar, y no atrevernos, atemorizados en un rincón, a tomar un determinado camino porque antaño nos salió mal nos puede hacer perder oportunidades.

Estoy seguro de que os es fácil adivinar qué nos queda por mencionar, además del pasado y del futuro. Asfixiados por un pasado que nos condiciona, preocupados por un futuro al que tememos, en nuestra vida hay poco o ningún lugar para el presente, el gran olvidado en todo esto. Hay una frase que ilustra con genialidad todo esto: hoy es el mañana que temíamos ayer. Esto quiere decir que estamos dejando demasiado de lado un presente, un hoy, porque ayer nos daba miedo. Suele oírse con frecuencia la teoría de que no existe el presente, de que cuando pronunciamos “ahora” en voz alta, esa palabra ya resuena en los ecos del pasado. Ese punto de vista es muy peligroso, pues lleva a pensar que nuestras acciones en el presente no permanecen, que lo que ahora mismo es limpio, fresco, joven en unos segundos marchitará, y así creemos que nada merece la pena.

Tenemos que mirar de frente a nuestra propia temporalidad. Si rechazamos arriesgarnos, esforzarnos porque “total, todo se acaba, incluyendo nosotros”, si nos negamos a ilusionarnos por miedo a la pérdida, entonces la pérdida habrá sido mucho mayor. Si nos empeñamos en que nuestro pasado siempre mejor, si nos obsesionamos con esos momentos que ya no volverán, entonces al mirar al futuro no veremos ningún sol, solo niebla, jirones de confusión. Nuestro presente bulle a nuestro alrededor y nosotros lo estamos construyendo. Deteneos un segundo, y dejad de mirar hacia esta pantalla. Echad un vistazo a vuestro alrededor. Estáis construyendo un presente, que late bajo vuestros pasos, que cimentáis con una sonrisa a un desconocido, que reforzáis con la canción que estáis escuchando...A modo de las manos de un albañil, lo que somos está incansablemente dando forma a nuestro presente, pero nosotros parecemos no verlo. El problema es, como el de tantas otras cosas, el miedo. El miedo a un pasado del que nos arrepentimos sin aceptarlo y el miedo a un futuro que nos asusta por la incertidumbre. Todo eso nos llena la cabeza con temores, y somos ciegos al hecho de que en realidad, hay un aquí, un ahora, un yo que si quisiéramos, podríamos vivir.

Y, ¿moriremos? Por supuesto, y a pesar de que respeto todo tipo de creencias, no soy partidario de una vida más allá, porque a veces eso lleva a desdeñar la que vivimos ahora. El camino que andamos puede tomar muchas bifurcaciones pero acabará siempre en el mismo sitio. Y sin embargo, eso no debe descorazonarnos. No debemos tomarnos nuestra existencia con referencia a ningún punto, como una carrera por etapas: hasta aquí seré esto. Desde aquí cambiaré, y no habrá marcha atrás. Porque eso no es verdad. Lo mejor que podemos hacer es darnos cuenta de una vez de que estamos construyendo algo. Algo que, después de muertos, quedará allí intacto. No hay que temer que el tiempo deteriore nuestras obras, porque para aquellos a los que importamos, el recuerdo seguirá igual de dorado. Incluso yo, escribiendo estas líneas, soy consciente de que, aunque poco, estoy poniendo mi grano de arena.
Yaerath =)